De nuevo la Políticamente Incorrecta Inquisición Feminazi ataca a un representante de la Iglesia. La víctima es uno de sus favoritos: el obispo de Alcalá. ¿Su delito? Denunciar lo que hasta algunas feministas como Christina Hoff Sommers ya habían denunciado: que el feminismo ha dejado de ser feminismo para ser otra cosa... añado yo que feminazismo. Todo esto me ha recordado la viñeta que pongo para ilustrar la entrada, tomada de una noticia que ha salido esta semana en Religión en Libertad de unas declaraciones de Massimo Introvigne denunciando la creciente cristofobia. A los regres les encantan este tipo de simplificaciones: la de la persona religiosa que se aprovecha de la tolerancia para ser intolerante... algo en lo que son redomados especialistas. Luego te vienen tipos como Beiras acusando de no se qué a los que defendemos la vida, algo que he visto en numerosos foreros discutiendo el tema del aborto: para ellos si defiendes la vida estás a favor de la pena de muerte, las guerras para exterminar niños, la prostitución infantil y cualquier cosa que les parezca despreciable. Tienen sus clichés y están dispuestos a usarlos a la mínima, aunque sea para tratar de prohibir un libro que ni siquiera se han leído.
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